Hace unos días tuvimos la oportunidad de charlar con Óscar de Marcos y comentar con el futbolista y autor de TOGO sus experiencias en África, en el Athletic y en general un poco de todo, en una sesión de preguntas, tras la lectura del libro por parte de un grupo del alumnado.
De Marcos, sensible a la realidad del mundo que le rodea y con la inquietud de mejorarlo, visita colegios e institutos dentro de su agenda personal y con la Fundación, con charlas que tienen un toque humano, además del futbolístico. El futbolista sintió que tenía una oportunidad por ser futbolista, cuando hay gente, médicos, personas importantes, a los que no les escucha nadie.
Durante el encuentro repasó de forma divertida algunos momentos un poco complicados. En una ocasión, tras tirar el balón fuera del campo en un partidillo en Kara, al norte de togo, los chavales le hacían con el brazo el gesto de la serpiente para que no fuera a por él y corrían para ir los primeros a recuperar la pelota. La ley de la botella es peligrosa en algunos sitios…
Su viaje a África le ha hecho ver que Togo está en todos los sitios, comentó. Le ha hecho ver que hay algo más, “Africa me vino bien para abrirme los ojos”. Destacó valores como la humildad, la lealtad, compañerismo, que son valores trabajados en el Athletic y sobre temas sociales citó la frase de Eduardo Galeano que abre el libro: “La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo.” Con mucho menos, comentó, me ofrecieron mucho más, a mi África me cuido muy bien. Después de este viaje seguirá colaborando con organizaciones y tiene pensado volver a África. Ya ha estado en Perú y Grecia con otros proyectos así que sigue activo, en la medida que puede.
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